Es gibt bei Bernal Diaz noch eine Stelle mit einem Hinweis auf Veteranen aus den Italienischen Kriegen:
"3. Capítulo CXXVI
Cómo nos dieron guerra
Pues desque amaneció, acordó nuestro capitán que con todos los nues-
tros y los de Narváez saliésemos a pelear con ellos, y que lleváse-
mos tiros y escopetas y ballestas, y procurásemos de los vencer, a
lo menos que sintiesen más nuestras fuerzas y esfuerzo mejor que el
día pasado. Y digo que si nosotros teníamos hecho aquel concierto,
que los mejicanos tenían concertado lo mismo, y peleábamos muy bien;
mas ellos estaban tan fuertes y tenían tantos escuadrones, que se
mudaban de rato en rato, que aunque estuvieren allí diez mil Héto-
res troyanos y otros tantos Roldanes, no les pudieran entrar; por-
que sabello[x] ahora yo aquí decir cómo pasó, y vimos este tesón en
el pelear, digo que no lo sé escribir; porque ni aprovechaban tiros
ni escopetas ni ballestas, ni apechugar con ellos, ni matalles trein-
ta ni cuarenta de cada vez que arremetíamos; que tan enteros y con
más vigor peleaban que al principio. [...]
Por manera que nos maltrataban y herían muchos de los nuestros, e
no sé yo para qué lo escribo así tan tibiamente; porque unos tres
o cuatro soldados se habían hallado en Italia, que allí estaban con
nosotros, juraron muchas veces a Dios que guerras tan bravosas jamás habían visto en algunas que se habían hallado entre cristianos, y contra la artillería del rey de Francia ni del Gran Turco, ni gente como aquellos indios con tanto ánimo cerrar los escuadrones vieron; y porque decían otras muchas cosas y causas que daban a ello,
como adelante verán."